Sólo había hueco para uno, porque la cosa pintaba muy complicada para conseguirla, pero finalmente hemos descubierto la belleza de Bávaro desde el aire. Fer fue el aventurero que se animó a subirse al helicóptero en un vuelo de 20 minutos. Una experiencia al calibre de sus vistas, preciosas.
Al llegar al hotel tomamos unas copitas y a Vero le regalaron, con amabilidad y elegancia, esta rosa. Si es que quieren que se quede aquí jajaja Nos vamos, mañana más, pero la Beach Party nos espera.
AHHHHHHHHHHHHHHHHH este será el regalito que sortearemos. Como ven, puro sabor dominicano.
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