Regreso pasado por agua

Ya estamos de vuelta. De nuevo disfrutando de nuestra isla y nuestra gente, pero no nos olvidamos de todos los que siguen cada día este blog y que se preguntarán, ¿cómo fue la despedida? Pues como siempre que un lugar te encanta y te sientes como en casa, triste.

La Beach Party preparada en el Be Live Grand Punta Cana estaba cargada de risas, sobre todo de canadienses y rusos que se batieron en duelo a ver quien era el sex bomb de la noche. Después de confirmar que había empezado con algo de antelación, regresamos a coger nuestro material de trabajo a la habitación y bajando las escaleras nos encontramos a Guti. Sí, el exfutbolista del Real Madrid y ahora jurado en concurso televisivo. Nos atendió perfectamente, bromeamos de las ligas perdidas en la Isla -aunque no fue su etapa- y nos sacamos una fotito para que viesen que no era un farol. No nos cabe duda que acertó en repetir sus vacaciones en Punta Cana y en concreto en ese hotel.


Luego bailamos mucho canciones comerciales y sobre todo, merengue y bachata. Nos recogimos con el tiempo justo para descansar y dejar todo preparado para nuestro último día que como no, también teníamos algo organizado.

Nos recogían en el hotel a las 16.30 para salir camino a Santo Domingo, pero faltaba la última excursión que nos habían preparado los compañeros de Welcome y Tubillete.com: bañarnos con delfines y... tiburones y rayas. Sí, como leen, los temidos tiburones y las salvajes manta rayas.

Llegamos con bastantes dudas que se fueron disipando y cogiendo confianza. Vero, se metió "por trabajo", pero ya en el agua -con el respeto lógico a estos animales- disfrutó entre tiburones y rayas.
Después del miedo, el placer. Nos tocó conocer a Juancho, un delfín muy divertido. Bailamos con él, nos besó, le aplaudimos y era muy mimoso, le encantaban las caricias. Como no estaban permitidas las cámaras tuvimos que pedirle el favor de grabar desde fuera a una pareja de Cuenca, muy amables.

 

Tras la excursión volvimos al hotel... Hacer las maletas y al aeropuerto sería lo lógico ¿no? Pues queríamos más. No podíamos marcharnos sin probar los diferentes deportes acuáticos que ofrecen los hoteles Be Live. Empezó Fer practicando esquí acuático...bueno, si se puede entender que aguantar menos de 3 segundos agarrado es practicar un deporte. Mira que lo intentó y cómo tragaba agua. ¡Qué risas! pero se le notaba mal porque los esquíes le quedaban largo. Lo intentó con la tabla, water board. Y fue peor! Aún así, salió contentísimo del agua por la sensación... ¿de tragar agua? ajaja


Vero estuvo más afortunada en el Banana boat aunque los rusos se empeñasen en caerse con tanto vaivén, y sobre todo, disfrutó del parasailing, el paracaídas que está sujeto al barco. Disfrutó desde las alturas mientras unas americanas no paraban de saludarla y desde la playa un dominicano le invitaba a bajar. Esta niña es una heartbreake.

Ya no nos daba tiempo para más, sino de comer, coger las cosas y tirar rumbo al aeropuerto. Previa parada por nuestra primera parada, el Be Live Hamaca y llegar hasta el Aeropuerto de Las Américas donde compramos los últimos -y únicos- detallitos para la familia. ¡OJO NO compren ron ni ninguna bebida en el aeropuerto pasado el control porque en Madrid les hacen otro, aunque sea para tránsito y deberán dejarlo! Sólo facturenlo.




El vuelo de Air Europa nos esperaba y de nuevo, la gente nos trató magníficamente. Cena, desayuno y hasta postres especiales nos dieron en este vuelo de 7 horas. Al ir a favor de viento fue 2 horas menos que en la ida. Llegamos a España con el tiempo justo, control de tránsito (menos mal que no compramos el ron) y directos a la Isla.

Al llegar... ¡Qué alegría! nos esperaban nuestras familias. Estaban todos, contentos y pletóricos. Deseosos de ver todas las imágenes y que saquemos cuanto antes nuestro vídeo que ya hemos empezado...¡Queda menos!

Gracias por haber seguido esta aventura en República Dominicana, la siguiente será mucho más cerca, pero es un lugar al que Fer le tiene mucho cariño y también muy paradisiaco. Con la espectacular organización de Tubillete.com en este viaje, estamos seguro que en los restantes debemos estar tranquilos. ¡Gracias compañeros!


P.D: No nos olvidamos, mañana diremos el ganador del "Regalito dominicano"

A 100 metros sobre Vero

Sí, lo hemos conseguido. Tras una mañana grabando al detalle el Be Live Grand Punta Cana, que nos ha recordado a España con tanta petición de autorización, de papeleo... (cosa que admirábamos que se evitase con tanto detalle en el resto del país) este viernes hemos tenido una gran experiencia.

 Sólo había hueco para uno, porque la cosa pintaba muy complicada para conseguirla, pero finalmente hemos descubierto la belleza de Bávaro desde el aire. Fer fue el aventurero que se animó a subirse al helicóptero en un vuelo de 20 minutos. Una experiencia al calibre de sus vistas, preciosas.

Al llegar al hotel tomamos unas copitas y a Vero le regalaron, con amabilidad y elegancia, esta rosa. Si es que quieren que se quede aquí jajaja Nos vamos, mañana más, pero la Beach Party nos espera.

AHHHHHHHHHHHHHHHHH este será el regalito que sortearemos. Como ven, puro sabor dominicano.

Punta Cana, Isla Saona y Luna del Caribe

Estamos en Punta Cana, nuestro último destino, desde el miércoles por la tarde, pero no hemos tenido tiempo para contarles todas las excursiones y experiencias que estamos viviendo. Queremos exprimir hasta el último minuto en este increíble país y por ello no paramos de dar la lata para conseguir excursiones que reflejen la belleza de República Dominicana.

El hotel Be Live Grand Punta Cana es espectacular con unas instalaciones, playa y atención increíble. Del día de la llegada, lo mejor la recepción en la que Vero ya se animó a mover las caderas.

Este jueves salimos del hotel a las 7 de la mañana y volvimos a la medianoche. Fue un día muy completo lleno de diversión, cultura y mucho, mucho trabajo. Sí, aunque suenen a antónimos se puede trabajar y disfrutar a la par. 

La primera excursión que nos tenían preparada por cortesía de Tubillete.com fue visitar la Isla Saona. Es la excursión más realizada por los más de 2 millones de turistas que visitan la costa Bávaro. Montados en lanchas nos dirigimos a la paradisiaca isla previa parada en unas piscinas naturales en pleno Caribe en las que pudimos ver las estrellas marinas. En el trayecto una expresión de un chico nos sorprendió "chasss hace fleje..." y cómo no...un grancanario. Hicimos muy buenas migas con Álex y su novia Lorena. Se agradece encontrar paisanos cuando uno está fuera. Tras el baño, llegamos a Isla Saona donde comimos y durante dos horas disfrutamos de su arena, palmeras caídas y bonitos arrecifes. La vuelta fue en un catamarán en la que no faltaron bebida, ritmos caribeños, mucho baile y risas. 

Con el tiempo justo para darnos una ducha y salir, de nuevo, pitando del hotel fuimos a la segunda excursión del día. Los chicos de Welcome nos acompañaron a Luna del Caribe, una excursión perfecta para conocer la cultura e historia del pueblo dominicano. Una noche agradable, lleno de color, fuego, buena comida, gran compañía y en el que después de visitar una escinificación de un pueblo dominicano pudimos disfrutar del primer show de la noche que representaba el gagá,budú y santería.

La cena estaba preparada en esta excursión nocturna. El arroz, la carne y las habichuelas no podían faltar, pero además probamos el sanchoco. Hecho con carne, yuca, yame... se parece mucho a los potajes. Está muy sabroso. La velada era amenizada con cánticos y bailes de dominicanos vestidos con sus trajes típicos. De repente, las luces se apagaron y una pareja comenzó a bailar merengue, luego otra bachata... increíble. Allí Fer no tuvo escapatoria y le enseñaron a dar unos cuantos pasos.

El último show de la noche, de una hora de duración aproximada, cerró una excursión ideal para ocupar la noche. Todo un acierto de Tubillete.com el habernos brindado el poder ir a visitarla. Un espectáculo que narró -como si fuera un musical- con un guión sobresaliente y excelentes bailarines, la historia del pueblo dominicano. Finalizado por su carnaval, que nos hizo sentirnos como en casa. Luna del Caribe nos cautivó.

Paseo en boogie y caballo

Recién salido el sol y casi sin desayunar nos dispusimos a disfrutar de una nueva excursión cortesía de Tubillete.com. Nos esperaban nuestro compañeros en esta aventura, una pareja de franceses, con mucha marcha y ganas de disparar su adrenalina.

Hasta un rancho a las afueras de Bayahibe (en La Romana) nos desplazamos para una mañana de boogies y paseo a caballo. Vero estaba bastante nerviosa porque hace tan sólo 7 meses había tenido un accidente en quad, pero su espíritu aventurero y profesionalidad pudieron más que sus miedos. Se subió sin pensarlo en el boogie y tras varios minutos de tensión, se fue relajando y disfrutando de esta excelente excursión. Una prueba más que superó como una valiente que es, aceptando que un hecho puntual no puede apoderarse de ella.

Entre poblados de haitianos nos introdujimos en largas extensiones de caña de azúcar. No dudamos en parar los motores y saborearlas. Su producción suponen, tras el turismo, una gran fuente de ingresos para el país. Nuestro guía, Hugo, nos hizo una demostración de cómo cortarla hasta llegar al corazón de la caña.

Retomamos el camino hasta un poblado vecino, pero en esta ocasión de dominicanos. En este trayecto pudimos constatar la pobreza de muchas familias y la felicidad reflejada en sus rostros aunque tuviesen lo justo. Vero llevó muchísimos caramelos y los niños se lanzaban, agradecidos, en busca de sus tesoros. Fue una experiencia enriquecedora, emotiva y que invita a la reflexión.

Aparcados los boogies nos esperaba nuestro segundo vehículo. Unos preciosos caballos nos esperaban para cabalgar hasta el río Chavón. El caballo de Fer estaba un poco desbocado. Un caballo al que no dudaríamos en apostar como ganador en unas carreras. Se pegaba a los de los guías y había que tranquilizarle para no sobrepasarles. Llegamos hasta el idílico destino. En este río se han rodado películas como Anaconda 2, Rambo 2, Apocalipsis Now y King Kong. (¿Cuáles eran Vero? Le costó horrores enumerarlas jaja)

Vero tuvo la suerte de cabalgar dos caballos, uno a la ida y otro a la vuelta. A cual más bonito. Se quedó enamorada de estos preciosos animales. Bajamos del caballo y de nuevo al boogie. Queríamos pasar por una escuela, pero no sólo en España hay huelgas. El profesorado, tan necesario para alfabetizar a la sociedad dominicana, cobra un mísero sueldo y por tanto, ni hoy ni mañana hay clases. 

Había que coger fuerzas, así que fuimos hasta un rancho en el que nos ofrecieron fruta, rica fruta como toda la que hay aquí. ¡Qué buenos están los plátanos con miel! ¡Y qué arte se respiraba en ese lugar! Un joven pintor realizaba impresionantes cuadros que cautivaron a Vero, que no dudó en llevarse uno para su cuarto.¡Y porque tenemos muchísimo equipaje con el equipo que si no se lleva unos cuántos más!

De vuelta al hotel, tocó disfrutar. Ya les mostramos ayer las bellezas y el confort del Be Live Canoa. Mañana nos tocará desplazarnos a nuestro último destino: Punta Cana. ¡Todo lo bueno se va acabando! Así que no te pierdas nuestros últimos días en este país que nos ha cautivado.

Por cierto, no nos queríamos olvidar: ¡FELIZ DÍA DEL PADRE, Álex y Paco! Y a ti también si eres padre ;)

Como nos habían pedido un vídeo; hoy hemos comprado uno y como somos gente de palabra...
¡DISFRÚTENLO!

Atravesando República Dominicana:De norte a sur

La semana comenzó con un tiempo inestable en el noroeste de la República Dominicana. Nos animamos a hacer deportes acuáticos pero las inclemencias meteorológicas -viento y algo de lluvia- nos lo impidieron. Así que terminamos de hacer las maletas y nos preparamos para un nuevo viaje.

Desde el que fuese el primer punto turístico de República Dominicana, Puerto Plata, situado al noroeste del país nos dirigimos hacia La Romana, al sureste, provincia vecina de la turística Punta Cana. Más de 6 horas de trayecto en "micro" (guagua pequeña) con paso por Santo Domingo. Además, nuestro nuevo chófer, Franklin, se desvió hacia Santiago; porque no queríamos irnos del país sin conocer la que fuese capital dominicana y su espectacular monumento de más de 70 metros de altura.

En el trayecto, además de una pequeña parada para comer su plato principal: la bandera; compuesto por arroz, habichuelas y carne; acompañado de un refresco sabor uva (¡Está buena!); pudimos comprobar la jungla dominicana en la carretera. Miles de carros y motores (coches y motos) algunos en condiciones precarias y prácticamente una ley; no chocarse. Es como jugar a los cochitos locos pero en plena ciudad. Motos con 3-4 ocupantes; coches con 3 pasajeros en la parte delantera y 4 en los asientos traseros; camiones llenos de mercancía y personas sobre ellas; y cascos de motos que hacen la función de codera. Lo peor son los giros indebidos y la gente cruzando autovías sin pensárselo dos veces. Curiosos nos parecen los semáforos con el tiempo que describe cuándo se va a cambiar de color. También hay varias obras (hay trabajo para los que se dedican a la construcción ¿eh?) aunque deberán venir bien tapados, como los obreros aquí, para evitar el calor.

El viaje fue agotador pero el premio estaba a la llegada. Increíble el Be Live Canoa. Allí nos estaba esperando Jessi, nuestra nueva receptiva; una más de las que hemos dispuesto por cortesía de Tubillete.com. También nos atendió con muchísima alegría. Nos dieron nuestra nueva habitación que es como 2 apartamentos e incluso más grande que algunas casas. Tenemos cocina, un baño gigante, un salón comedor muy espacioso; 2 terrazas; un vestidor y un baño lleno de toallas. Hay tantas toallas, y con formas diferentes, que esto parece una tienda presidida por nuestros albornoces. ¿Quién se atreve a adivinar la nueva figura?

 Sin tiempo casi para descansar no dudamos en acudir a nuestra cena. Hoy nos tocó un restaurante temático japonés con cocina en vivo. La comida estaba sabrosísima, inmejorable. Mañana nos toca madrugar de nuevo, para hacer un poquito de deporte. No te lo pierdas entrando a leerlo, pero una pista...tiene ruedas.

Nos despedimos con una frase que leímos en la carretera y nos gustó: "Si reír es de locos... ¡CONTAGIA TU LOCURA!"